lunes, 17 de abril de 2017

El problema de la ULA

El problema que padece la Universidad de Los Andes, tiene muchas aristas, no es secreto que las universidades venezolanas han sufrido una asfixia presupuestaria desde el seno del gobierno nacional, ahora bien, también se entiende que la universidad, como casa del pensamiento y cuna del conocimiento, sufre una crisis de orden interno.
 
Esta crisis de orden interno deja en evidencia la falta de seriedad de la máxima autoridad ejecutiva de la casa de estudios. Falta de seriedad por cuanto, desde hace aproximadamente cinco años, el Rector de la ULA, en medio de la pugna con el gobierno nacional, ha hecho caso omiso a su compromiso de velar por el desarrollo de la democracia universitaria, por tanto, contribuye a golpear constantemente la autonomía universitaria tomando en cuenta que sigue en deuda con la elaboración y sanción de un nuevo reglamento electoral que permita hacer el respectivo llamado a comicios, que permita darle legitimidad a las autoridades de nuestra universidad.
 
Es una deuda que tiene con la comunidad universitaria, nada más cierto, pero no se puede negar la deuda moral que tiene con la sociedad venezolana. Siendo así, compartimos el sentimiento ulandino de compromiso con la sociedad, sobre todo con la República, la cual ha sido asediada por la ignominia desesperanzadora que ha obligado a muchos a partir a tierras ajenas para hacerse de la posibilidad de generarse un futuro personal promisorio.
 
El país entero vive esta crisis generalizada. Sin embargo, no escapa de ello lo que refleja el asunto nacional a nuestro propio asunto, es decir, el asunto universitario. Sufrimos contradicciones que, en medio de la guerra ideológica, gente irresponsable pone en juego el nombre de la ULA, al no desaprovechar para evadir sus responsabilidades ante la comunidad universitaria y ante la historia.
 
Se nota que se hace muy fácil esa manipulación de la verdad al señor Rector, quiere hacerse con la vocería moral en nombre de la democracia venezolana cuando persigue y burla los mecanismos necesarios para llamar a comicios. Se pierde de vista, de forma dolosa por cierto, que para ostentar moralidad en el ejercicio del poder se debe por sobre todas las cosas ser coherente, cualidad que combina el pensamiento con la acción. Ahora aduce este personaje elementos condicionantes que escapan de la verdad sobre lo que ocurre realmente en esta casa de estudios.
 
La universidad vive un grave problema de ingobernabilidad, esa coyuntura ha nacido principalmente en el desgaste de legitimidad de los cuerpos colegiados, que se combina con un descarado abuso de poder amparado en la mentira. Se aferran ahora, entonces, a alegar que la negativa del llamado a comicios universitarios se debe a una responsabilidad del TSJ, por cuanto ésta emitió una sentencia que “impide” la celebración de elecciones de por vida, que además, contradictoriamente, se establece firmemente que aquella institución debe “autorizar” el llamado al sufragio universitario ¿Qué pasa con la Autonomía Universitaria en este caso? Es decir pues, que algunas actuaciones judiciales se acatan y que allí justamente cesa la convicción vehemente de inescrupulosos para defender el principio de autonomía.
 
En este orden de ideas, vale decir que el llamado a dichos comicios se perfecciona con la discusión y sanción de un reglamento electoral adecuado a la legislación vigente en el cual se tome en cuenta la amplitud de los sectores que alimentan la comunidad universitaria. Por cierto, en medio de este mismo acatamiento aprovechado de la máxima autoridad ejecutiva se presenta una particularidad, se observa que dicho acatamiento es “chucuto” a conveniencia, pues en el mismo recurso se establece que mientras se hace lo respectivo a subsanar la mora electoral se mantengan transitoriamente en sus respectivos cargos los Decanos titulares electos en últimas elecciones celebradas en las universidades autónomas.
 
Siguiendo el curso de acontecimientos, dice ahora que no está obligado al acatamiento de ninguna orden judicial, amparado en su bufete innominado como servicio jurídico asesor, con el fin de “desarticular” a otra autoridad de forma descarada y contradictoria, menoscabando derechos de la comunidad más allá de una facultad, sino de la universidad entera y desconociendo la legitimidad de origen de quien fuera elegido contundentemente para el ejercicio de un cargo. Entonces ¿Qué pasa con la coherencia de la premisa del propio señor Rector? Se nota que la crisis moral que sufre nuestro país supera las esferas gubernamentales, ha penetrado y perpetuado su condicionamiento a la acción corrompida de una autoridad universitaria, que ejerce sus funciones, por demás abiertamente arbitrarias, para esconderse entonces en consignas que no se parecen a quien las vocifera. Realmente se ha convertido en un problema mayúsculo el pintoresco Rector, que se esconde en la capucha de la autonomía sin nada que lo diferencie de quien dice adversar, este problema persistirá mientras que se confundan los principios con antivalores y la democracia sea burlada descaradamente, la gobernabilidad de esta institución será rescatada cuando se haga justicia a la inteligencia de los universitarios, con elecciones universitarias, una deuda moral dentro y fuera de la Universidad Nacional Libre y Autónoma.
 
Pensamiento y acción

martes, 21 de febrero de 2017

Dictadura es dictadura

Popular, libre y autónoma: son palabras que forman parte de una consigna que posee mucha fuerza al sostenerlas a viva voz, sobre todo cuando las fuerzas ajenas a los máximos intereses de las casas de estudio acechan la búsqueda del conocimiento como verdad que vence los dogmas y cercenan la posibilidad de darse el propio gobierno amparados en  los principios de la democracia.

Ahora bien, qué pasa cuando las fuerzas que acechan la libertad, la autonomía y la popularidad no vienen de afuera. Es decir, que al igual que aquellas dictaduras totalitarias aducen el enemigo común y lejano, el perfecto chivo expiatorio. Con lo cual huyen de la responsabilidad necesaria ante una comunidad universitaria que considera que el ejercicio de sus libertades se encuentra protegido en el alma mater.

La libertad parte, en principio, de la propia conciencia de la persona para pensar o para actuar, que sus acciones estén consagradas por el libre albedrío, que le permite ver el mundo según sea buscada la verdad y sin temer coerción de ningún tipo en contra de sí misma o su criterio. Entonces la coerción fundada en la acusación, bajo la relación fascista amigo/enemigo, dentro de la universidad, rompe con el propio precepto de universidad libre.

La autonomía, preciado tesoro que poseemos en nuestras casas de estudios superiores ungidas de paridoras y formadoras de pensamiento y acción para el desarrollo nacional. La autonomía universitaria parte de tres elementos fundamentales que perfeccionan básicamente aquel principio de libertad, a saber, a universidad goza del derecho a establecerse un presupuesto con partida del Estado y con posibilidad de generar recursos propios, en moneda nacional y sujeto a la legislación nacional; el derecho a dictarse sus propios reglamentos para regir la organización interna y facilitar el establecimiento de responsabilidades en los integrantes de la comunidad universitaria, y ser garantes por medio de esos reglamentos de la constitución y las leyes de la República; además, la autonomía nace esencialmente, del derecho a elegir sus propias autoridades, sus representantes de los sectores que dan forma a la comunidad universitaria, dentro de los principios democráticos de alternabilidad, de representación, de libertad e igualdad políticas y, sobre todo, del principio de soberanía, con lo cual se permite entonces la posibilidad de que la universidad sea la luz en medio de tanta oscuridad en Venezuela. 

La universidad popular supera los estigmas del populismo, deben ir las casas de estudios de la mano con el pueblo, entendido como aquella fuerza que está llamada a mantenerse unida y cobijada en el conocimiento que desmantela la mentira y hace que el conocimiento supere las elites ensimismadas para permitir a todos los sectores y clases tener libre acceso al conocimiento generado en la universidad libre y autónoma.

Hoy Venezuela vive una profunda crisis general, la calidad de vida es menguada por una letal combinación de sueldos miserables y corrupción impune. Se vive la dictadura del hampa, mediante la cual se dicta un tácito toque de queda para todo ciudadano que quiera evitar ganarse un número fatal en la ruleta de la impunidad amparada en todo un sistema de antivalores que han quebrado la integridad de la República.

Se debe procurar luchar entre todos, como ciudadanos venezolanistas, en ganarle terreno a esa dictadura, con el conocimiento y la verdad empuñados por la fuerza del espíritu de libertad, igualdad, solidaridad y justicia. En esta lucha todos valen, la coherencia vale aún mas, con la verdad se quiere ganar terreno a la dictadura, debemos combatirla primero en casa, que no se levanten impositores ni usurpadores en nombre de la universidad libre, popular y autónoma.

El alma mater  cumple un papel fundamental en este presente al luchar por sostener la democracia como forma de vida institucional, no se trata de meras simpatías, se trata de hacer frente a toda dictadura que menoscabe nuestra luz propia, nuestra ULA.

Dictadura es dictadura, del color que sea, y es más peligroso un dictador que manipula nuestros principios de universidad libre cando lo asiste la mentira que cuando lo asisten las armas, no porque se deba hacer apología a la lucha armada, sino porque abusa de la buena fe de toda una comunidad universitaria apagando quizás la única luz de justicia que tenemos en este tiempo.

Decía el poeta del pueblo, Andrés Eloy Blanco: "Con la conciencia no se juega, con el ideal no se pacta". La conciencia de universitarios dados a la luz de la libertad llama a luchar por la democracia en esta institución, no hay dictaduras buenas y malas, dictadura es dictadura, el ideal de universidad seguirá vivo mientras haya almas dispuestas a velar por las casas que vencen las sombras, en las cuales, el principio de la Sabiduría comienza con el temor de Dios . 

Abg. Gustavo Sayago
Profesor de Deontología Jurídica en Escuela de Derecho, FACIJUP- ULA

miércoles, 17 de febrero de 2016

Crónica de una miserable muerte anunciada

En verdad, la ley es un instrumento que puede ser manejado eficientemente para resguardar los legítimos intereses de la nación, siempre que se trate de un gobierno respaldado por la opinión general del pueblo y apoyado en la fuerza moral de su propia actuación, dirigida a promover el bienestar general, elevando las condiciones de vida del pueblo” -Juan Pablo Pérez Alfonzo.

Esta cita nos conviene en este momento, al tomar en cuenta que el citado, fue precursor del máximo mecanismo de equilibrio industrial mundial en el área petrolera bajo el cual nosotros, el pueblo de Venezuela, nos dimos la oportunidad de tomar las riendas de la industria bajo la cual nos dominaron durante parte del siglo pasado. Pero sobre todo, porque bajo la premisa de este fragmento nos dio muestra de responsabilidad con el futuro del país, cualidad que no existe en quienes hoy nos gobiernan.

Antagónicamente, tras casi dos décadas, los venezolanos nos hemos visto envueltos en un constante enfrentamiento alimentado por un atestado afán vengativo que se escudó en el “antiadequismo”, mientras que con el mismo ritmo se ha levantado la nueva aristocracia roja rojita, siempre desprendida por completo de la población. De hecho, con indiferencia nos conducen al desastre, estamos al borde de una república fallida, estamos en emergencia nacional, como en aquellos días de 1812 frente a los realistas, solo que esta vez le estamos debatiendo el poder al hampa, por tanto, a la criatura que ha adoptado la forma de hampocracia.

Del mismo modo, el manualismo madurista nos continúa gobernando en base a libritos rojos heredados del viejo comunismo sovietizante bajo el cual instauraron con el martillo y la oz la escasez y la necesidad miserable de todos los venezolanos. Nos han traído hasta aquí con bombos y platillos, hasta esta nefasta crisis generalizada, la cual se estableció sobre los cimientos de la inutilidad del discurso retrógrado bolivariano que unas veces socialista, otras nacionalista y otras muchas guerrerista nos han hecho padecer un innumerable desfile de “ismos” que condecoran al ladronismo y a la inmoralidad institucional de la república.

Así pues, a inicios del año nos han declarado de forma unilateral en “Emergencia Económica” insólitamente quienes han provocado esta situación, dicho de otra manera, se abrogaron el hecho y manipulan el Derecho para manejar el desastre y evadir la responsabilidad de solucionar la calamidad que vive el venezolano en el 2016. Vivimos en medio de la terquedad nebulosa del manualismo rojo, si, aquel que todavía piensa que la dinámica del ajedrez soviético sigue vigente; e incluso, nos demuestran una infinita seguridad en que el pueblo es soberanamente pendejo como para seguir pensando que nadie se da cuenta de que los únicos que no están condenados a las humillantes condiciones de vida cotidiana son los miembros del “Comité Político” del partido de gobierno.

Hoy, Venezuela se encuentra en emergencia moral, social, política, institucional y económica. Pero no hace falta analizar a profundidad nuestra miseria, no hace falta ni siquiera apoyarse en la fotografía encuestológica para determinar que los que hoy nos gobiernan bajo el mando de Nicolás Maduro solo están haciendo maromas para sostener su castillo de naipes, definitivamente están negados a aceptar su derrota ante nosotros y ante nuestra historia.

En definitiva, esta es la crónica de una muerte anunciada, somos testigos de una pésima novela en la que el gobierno de la república está en estado vegetativo ante la sociedad. Sin muchos vericuetos, pero con mucha convicción de venezolanidad, esperamos que se agarre el toro por los cachos, como hace 70 años, que con firmeza nos permitamos todos los miserables herederos de esta mal habida pseudorevolución retomar nuestro sendero de democracia, prosperidad y sobre todo de unidad nacional en la que todos los sectores echemos abajo los muros imaginarios para ser capaces de darnos un encuentro con una Venezuela libre y de los venezolanos.

Pensamiento y Acción

sábado, 26 de septiembre de 2015

Manualismo: contrabando del pensamiento


La actual coyuntura se presenta como un reto a la esencia venezolanista, la creadora y trabajadora, en el sentido de que nuestro país quiere comprensión, de modo que, a través de ella se pueda ejecutar de manera cierta una necesaria concertación de fuerzas vivas para superar este estancamiento. La salida de la crisis, la confrontación de situaciones adversas y el progreso no pueden depender de un librito, mucho menos de libretos, el entendimiento de Venezuela es una necesidad real de todo el pueblo.

El principal problema de Venezuela es la falta de instituciones despersonalizadas, lo que ocasiona crisis mediante la toma de decisiones basadas en manuales. Esta actividad, la podemos denominar Manualismo, entendido como una forma exageradamente simplista de afrontar situaciones inéditas que en la mayoría de los casos no se basan en explicación alguna y dejan la impresión de poco interés por entender causas, circunstancias y consecuencias de tan terrible conducción.

Así pues, todo movimiento político supone un fin e interés superior a la toma del poder, pues este mismo se constituye como un medio para llevar a cabo un proyecto de reivindicación de una idea, la cual, a su vez nace de visiones intelectuales que son capaces de generar la imagen de un futuro mejor, con la misión imprescindible de la realización del proyecto mismo.

En este sentido, las sociedades han conseguido combinar la creación de intelecto con las capacidades de toma de decisiones inspiradas en la esencia de un modelo asentado en la posibilidad cierta de - mediante la humildad de aceptar aciertos y fallas- llevar a la realidad la visión de futuro que determine el progreso de un pueblo. El fin último de toda idea presume ser el de llevar al pueblo por un solo sendero, por un camino de integración y de unidad nacional para permitirse colaborar con la preciada identidad libre del viejo complejo latinoamericano, para que lo propio sea valorado, reconocido y caracterizado por la autodeterminación y la superación del hambre y las desigualdades.

De tal forma que, el Manualismo representa la poca creatividad para responder a las necesidades de una nación, es un recurso utilizado de manera mediocre por entes que poseen poco interés en el largo plazo de logros colectivos, en algunos casos, alimentados por una errónea visión del mundo idealizado en un solo pensamiento, es la esencia de todo fundamentalismo. En otros casos, el Manualismo es la aplicación premeditada de métodos simplistas que en un estadio de la historia arrojaron determinados resultados ahora con la esperanza de que los mismos se repitan en los nuevos ciclos de todo pueblo, es decir, el mismo perro con otro collar.

Nuestra gente exige la cordialidad de la comprensión, el poder llega a un punto en el cual, en su ánimo de conducción, tiene la doble función de comprender a quienes conduce y el eterno rol pedagógico al tener este la capacidad de enseñar al pueblo hacia donde se le conduce y con qué herramientas cuenta para llegar al fin supremo del desarrollo como tal.

Para finalizar, es clave señalar que nuestra sociedad no necesita ser explicada, quiere ser comprendida, y el Manualismo - especialmente aquel que meten como contrabando del pensamiento- carece de la potestad necesaria para cumplir esa función. Hoy, nos encontramos en plena batalla frente a esta deformación de valores y, el gobierno madurocabellista es la mayor representación de la hipertrofia intelectual, mediante la cual, se nos conduce por ideas desempolvadas de la vieja Guerra Fría y una fachada de pragmatismo verbal.

Botemos los libritos rojos, desechemos los manuales pseudointelectuales y votemos por un parlamento que haga su función con energía y sin miedo porque Venezuela quiere ser Democracia en Acción.

Pensamiento y Acción

martes, 18 de agosto de 2015

Contra la Anti Opinión: Venezolanidad


Tenemos al frente una situación inédita para los venezolanos de este tiempo, pero que de cualquier forma ya en nuestra historia republicana hemos experimentado. Para muchos la desesperanza se ha adueñado de las entrañas del pueblo, la cual, entre otras cosas, ha empujado a nuestra juventud a legitimarse como materia predominante de exportación, vivimos en carne viva una crisis generalizada que se caracteriza por la escasez de productos de todo tipo, la sensación y vivencia de inseguridad personal, y hasta la carestía de sueldos, salarios y billetes necesarios para el día a día de los venezolanos.

Esta situación ha generado el estudio de sus causas, de sus consecuencias y numerosas especulaciones han sido notorias, en función del desarrollo de nuestra tradición democrática y la evolución de la opinión pública nacional, esta última ha carecido de la necesaria inmunidad ante la influencia de cualquier agente externo, que dependiendo del momento histórico, ha hecho que el venezolanismo sea víctima del adiestramiento y el implacable ataque oficioso de opiniones, carentes de sentido propio de construcción de propuestas unificadoras como parte del principio de la suma de todas las partes, necesarias para la fortaleza y la unidad nacional. Por el contrario, ha aumentado la constante presencia del “ANTI” en el glosario verbal venezolano de manera reiterativa e indiscriminada, haciendo las funciones de misiles teledirigidos por la Anti Opinión contra todo sentido de pertenencia y valoración del debate de las ideas.

No pretendo que se confundan estas opiniones con la exclusividad del simplismo de las posiciones políticas provocadas por la polarización, pues en el presente, esta Anti Opinión se ha infiltrado en la formación del criterio sociopolítico de las masas venezolanas, lo que ha generado la cultura de la negación de toda postura distinta a la propia sin la más mínima elaboración de argumento ni principios, en enormes burbujas de verborrea caracterizadas por no tener relación con la acción. Muy distinto es la Dialéctica, en la cual bajo argumentos, contra posiciones y demostraciones digeribles por la llamada opinión pública se enfrentan tesis y antítesis que terminan trazando líneas de conducta inspiradas, más que en el revanchismo, en la aspiración de mejores condiciones de vida según sea la visión propia del ser social y político.

A propósito de ello, pongo sobre el tapete un ejemplo que queda a la libre interpretación del que me lea y provocará la segura Anti Opinión de cualquier doliente: La Revolución de Octubre de 1945 fue respuesta a la escasa interpretación de las aspiraciones de los ignorados sectores del país negada por el Postgomecismo a la estabilidad política nacional, dicho sea de paso, amparados por la Anti Opinión dominante en la clase política de aquel régimen, desde el momento de la materialización de dicha Revolución, con la cual llegó al poder Acción Democrática y por medio de la misma se dio inicio al proceso democrático venezolano, se convocó una Asamblea Constituyente y se estableció el voto directo, universal y secreto. Al mismo tiempo, paralelamente con la guerra fría, se originó el ANTIADEQUISMO, una forma política reaccionaria inspirada en desconocer y negar toda propuesta o política implementada desde el seno del partido blanco.

El ANTIADEQUISMO fue metido en un mismo saco con el ANTICOMUNISMO, como mecanismo de hacer ver a la opinión pública internacional que no hay capacidad de combate sin la intervención de fuerzas extranjeras. Dicha Anti Opinión tuvo su base en el proceso de democratización de las instituciones y la defensa de la integridad económica nacional. Este recurso del ‘ANTI” se fue encarnizando con el tiempo para deponer el nuevo sistema democrático inspirado en el libre ejercicio de los derechos políticos del pueblo, cuyo resultado conllevó a que, por la fuerza del “no porque no”, se instaurara de nuevo un régimen militar retroalimentado por la Anti Opinión y escondido en el escudo de las obras públicas.

La democracia quedó eclipsada en una época marcada por el empeño en desaparecer a lo que oliera a ADEQUISMO (sinónimo de comunismo para quienes detentaban el poder en aquel entonces). A pesar de ello la resistencia, sin recursos, perseguida y arrinconada propuso siempre los principios democráticos contra el recurso “ANTI” que es propio del fascismo, Acción Democrática ha fijado siempre la firme posición de lucha por la Venezuela Libre, nunca adoptó las posiciones de la Anti Opinión, por el contrario, con la postura clara en la libertad política de los venezolanos, el bienestar y la justicia para el pueblo, y no menos importante, el restablecimiento del principio de solidaridad entre todos los sectores nacionales pudo dar paso real al frente.

En el 58, al recuperar a democracia se dio por sentado que la dictadura quedo atrás, pero la Anti Opinión continuó su curso, el ANTIADEQUISMO siguió alimentando su terca pelea, tan feroz fue esa batalla, que además de desconocer el costo que se tuvo que pagar para institucionalizar la democracia, con visión de castigo y venganza se le abrió las puertas a más de una década de frustración y resentimiento en el país, AD ha sido históricamente víctima de la Anti Opinión, al punto que, para matar dos pájaros de un tiro, ahora, fue metida en un mismo paquete con el chavismo, los “ANTI” hacen ver que el actual sistema es el mismo musiú pero con diferente cachimba. En la actualidad, a pesar de las adversidades, AD contribuye toda su fuerza a la Unidad Nacional, sin caer en el Anti-chavismo-madurismo-intergaláctico, sin envenenar a la opinión pública y con la firme convicción de retomar el rol pedagógico que necesita la nación.

Entonces, la Anti Opinión, producto de la poca visión de futuro y la constante intención de buscar culpables-y si no los hay, fabricarlos- es la responsable de que los venezolanos vivamos una época de incertidumbre, de contracción económica y frustración social. Venezuela quiere superar este mal, el hecho de declararse “ANTI” cualquier vaina que se aparezca y sin ningún sentido termina haciéndole el juego a la Anti Venezuela, la lucha política consiste en que cada sector mantenga su identidad, que con criterio ciudadano exista la capacidad de tomar tribuna para construir opinión, que ésta represente un pensamiento con capacidad de acción para poder determinar realmente un mejor futuro.

Aun así, todavía hay quienes se alientan del espíritu de la Anti Opinión, sin tomar en cuenta (por lo menos se presume de buena fe)  que por hacer una nueva gracia termine saliendo una morisqueta. No cedamos más ante la Anti Opinión, así como por los “ANTI” se produjeron estos 17 años frustración nacional, ese mismo “ANTI” puede llevarnos a una situación aún peor que la actual. Con responsabilidad histórica, el pueblo venezolano con aspiraciones a recuperar rumbo, con la clara convicción de evitar aventurismos mesiánicos enfrenta una nueva oportunidad, para seguir fortaleciendo la identidad y la unidad nacional ha de llevar al parlamento una nueva mayoría inmune a la Anti Opinión, verdaderamente deliberativa y leal a la venezolanidad.

 

Pensamiento y Acción

 

 

 

domingo, 26 de abril de 2015

Entre Soles y Estrellas


Corrupción: viene del latín CORRUPTIO, conformado por los siguientes elementos: el prefijo “con-“, que es sinónimo de “junto”; el verbo “rumpere”, que puede traducirse como “hacer pedazos”; y finalmente el sufijo “-tio”, que es equivalente a “acción y efecto”. Romper, hacer pedazos, depravar moral o simbólicamente.
Lo bien cierto o claro es que la esencia de la corrupción se encuentra en el abuso de confianza, por medio del poder, para lograr el aprovechamiento individual dentro de posiciones que pueden transformar positiva o negativamente a todo un colectivo.

Haciendo referencia a esta acepción, específicamente en el caso de Venezuela, hay documentación suficiente que indica la procedencia de la corrupción doméstica desde el mismísimo establecimiento de la República. En este sentido, cabe destacar que la corrupción de la República tiene su connotación de peso en los periodos en que ha gobernado la Fuerza Militarista, comenzando por la fase post-independentista en la cual los soldados de los ejércitos patriotas triunfantes reclamaron la propiedad sobre tierras y fundos pertenecientes al nuevo territorio nacional, prometidas por el Generalato, Alto Mando Militar de la época como bonificación por sus servicios prestados, allí viene la primera configuración de contrabando, ejercida curiosamente por quienes se constituyen en los defensores de los intereses nacionales: ¡Los soldados entonces vendieron sus cupos/parcelas de tierras prometidas por el Generalato! Esto a causa del sospechoso entorpecimiento (INOCULADO) por la plana mayor del nuevo poder político.
Otra importante referencia se encuentra en los primeros años del Reventón Petrolero, en el cual, bajo la doctrina de nuestros próceres de que la propiedad del subsuelo pertenece al Estado, los círculos del Alto Mando Militar, proveniente de las montoneras originadas en la Invasión de los 60 (cuadras guerrilleras de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez) se repartieron fraudulentamente las recién creadas “Concesiones Petroleras” con las cuales, bajo jugosas comisiones se traspaso la exploración y explotación mineral a los Emporios Petroleros del Mundo.
Sin entrar en mayores detalles historicistas, pareciera que se ha formado, junto con la identidad nacional venezolanista, la cultura de la descomposición, en todos los estratos sociales se ha institucionalizado la corrupción en nuestro país. Es ese el motivo más grande de la organización de los cuerpos civilistas prodemocráticos del pasado siglo, aquellos que se convirtieron en próceres de la Democracia en la lucha por el establecimiento del Estado de Bienestar como sistema gobernado por civiles, del que se sigue fortaleciendo la esperanza aun en la interrupción ocasionada por la actual clase política en el gobierno.
Hoy, bajo este gobierno de raíz militarista se reavivó el germen de la corrupción, quienes bajo banderas populares y de proteccionismo social vienen desangrando a la sociedad y economía nacionales, luego del perfeccionamiento del “Cadivismo” mediante los más poderosos dueños de las Estrellas y los Soles de las Fuerzas Armadas, personeros se hacen grandes fortunas entre el tráfico del Dólar Preferencial y el Dólar Paralelo o Permuta. Mientras que este parasitaje va desmontando nuestro aparato productivo nacional, el manualismo CHAVISTA-MARXIANO-INTERGALÁCTICO ha levantado una fachada comunicacional con cortinas de humo que pretenden tapar su nefasta gestión creando conceptualmente al “Enemigo Nacional” bajo la figura del “Raspa cupo”. Como si con esto pudieran tapar la naturaleza “Raspa Reserva” de la calaña que nos gobierna.
La realidad es que, aunque este régimen haga pensar que el “bachaqueo” de productos y servicios es el mal que ocasiona todas las aflicciones a la economía del país, se nota con pelos, señales y caracteres que, por el contrario, al igual que en el tráfico de trozos de territorio del siglo XIX y el tráfico de concesiones petroleras del gomecismo del siglo XX, el tráfico y blanqueamiento de dólares de este siglo XXI es promovido y comandado por el Alto Poder escondido entre Soles y Estrellas.
El mal de la corrupción, en definitiva, es como una plaga que se debe controlar con mucha meticulosidad desde las Instituciones de la República, todo sujeto o entidad es propenso de contagiarse con este vicio, pero es una intolerable realidad que bajo el yugo de quienes juran amor y defensa a la nación, irónicamente sean estos quienes hipotequen el futuro de gente que con trabajo y esmero quiere vivir el Progreso, el Desarrollo y la Libertad en tiempo real y no como una realidad virtual alentada por la parsimonia de un Generalato de quienes no han ganado una sola batalla en el campo de guerra.
Democracia en Acción


  1.  

martes, 24 de febrero de 2015

Democracia y Totalitarismo



“La actual realidad que vive Venezuela nos dice categóricamente que ésta es una República semitotalitaria”, esto fue dicho por Raúl Leoni en el 42´ mientras el país era gobernado por Medina Angarita con la mayor expresión del continuismo gomecista con una fachada muy elaborada de modo de demostrar ante el mundo una “transición efectiva hacia la democracia”. La realidad de hoy no escapa a esto.

La Democracia es una necesidad en la vida política y social de los pueblos de la América Latina, sobre todo en Venezuela, asumiendo que ésta es un valor adquirido con la sangre, sudor y las lágrimas de venezolanos con ánimo de reivindicar su condición de ciudadanos ante todo atropello y abuso de poder de las crueles representaciones personalistas y totalitarias.

La lucha por el sostenimiento de la Democracia, como sistema político y aún mas, como estilo de vida nacional encuentra su génesis en los hombres y mujeres que, en cuanto espacio fuere necesario, lo dieran todo con convicción y energía bajo la acción pedagógica que nos aleccionara a los venezolanos incluso generaciones después.

A propósito de ello, tomando en cuenta la formalidad de la Democracia, como dato que ilustra la perversidad de alimentar fachadas de sanidad democrática y manipulación del mecanismo del voto para levantar blindajes al poder que posee bajos estándares de popularidad. Éste es el caso de Franco Quijano, hombre colombiano, conservador a ultranza y fichaje estrella del gomecismo en sus mejores tiempos, fue convertido en el máximo estratega electoral de López Contreras durante su mandato y adoptado después por Medina Angarita, artimañoso en el manejo del sistema electoral venezolano de la época.

Por sus manos pasó la hegemonía electoral del momento, cuanto recurso le fue necesario utilizó para desarticular cualquier triunfo de la oposición que significara peligro o descontrol del tinglado que estableció la política nacional de la primera mitad del siglo XX. Cualquier parecido con la actual realidad, es mera coincidencia.

Ahora bien, a pesar de esto, la clase política de oposición en los años 30´y 40´, denigrada, descalificada y vilipendiada constantemente por el régimen, se mantuvo siempre erguida, firme, sin ceder terreno en la lucha por el rescate institucional del poder, de la República, por vías dictadas por el principio y la doctrina democrática.

El ventajismo de todo sistema semitotalitario o totalitario siempre ha tenido puños de hierro pero patas cortas, sin desistir se debe luchar, siempre tomando en cuenta que será una victoria importante enseñar a las masas los valores cívicos de la Democracia para el encarrilamiento de todos los sectores al desarrollo nacional.

En la vigencia de esta contienda, de esta cruzada contra el chavismo totalitario, no podemos darnos el lujo de decaer ni desanimarnos ante las arremetidas a los Franco Quijano, que ninguna afronta nos deje permitir que nos siga ganando terreno la estrategia de la “quinta columna”, sin miedo y con la esperanza en la Venezuela Libre siempre intacta sigamos nuestro camino hacia la victoria, ahora el Régimen esta como “gata patas arriba” repartiendo aruñazos a diestra y siniestra, y este momento nos exige unificación de todas las fuerzas para robustecer nuestra causa.

A pesar de las dificultades que se nos presentan la historia nos exige firmeza ante todo, Venezuela no quiere estancarse ni retroceder. Continuemos adelante con la mirada puesta en nuestro futuro. 

Juventud, Acción y Democracia.